Por: Suny Sime y Gloria Alvitres

ANTIFIL. El arte nos hace soñar. Nos ayudó a llevar mejor la cuarentena. ¿Pero y los creadores y creadoras? ¿Qué está pasando ahora con ellos y ellas? La pandemia por el COVID-19 ha afectado a la cultura independiente en el país y está llevando a los artistas a la supervivencia, la reinvención y al pedido de mayor apoyo estatal. ANTIFIL conversó con dos reconocidos artistas independientes: Micaela Távara, artivista feminista y gestora cultural, y Eduardo Yaguas, ilustrador y gestor de ferias de diseño y fanzines, para conocer su punto de vista sobre la tan anunciada reactivación económica y la cultura. 

En los últimos cuatro meses, muchos de los trabajadores del arte y la cultura del país tuvieron que migrar hacia la virtualidad, en el mejor de los casos, y hacer funciones de teatro, conciertos o recitales por Zoom y transmisiones en vivo. Algunos empezaron a dar clases a través de talleres o seminarios, con coste de inscripción, a veces aporte voluntario. Otros tuvieron que echar mano de sus familiares y conocidos para reunir algún dinero que les permitiera subsistir (y seguir creando). Si antes, con las puertas abiertas de los centros culturales, las galerías de arte y las salas de teatro, ya era difícil, hoy lo es aún más.

“A todos los que vivimos del arte y la cultura nos ha afectado mucho. Como sabes, siempre dependemos mucho de las ferias, de las exhibiciones, de las presentaciones, de siempre estar interactuando con el público”, afirma Eduardo Yaguas, quien se dedica a la elaboración de fanzines, revistas pequeñas de contenido diverso, símbolo de la cultura alternativa. Su trayectoria en el arte independiente lo ha llevado a viajar a diferentes partes del país y en el 2019 ganó los Estímulos del Ministerio de Cultura para mostrar su trabajo en la Feria de Guadalajara en México.

El ilustrador afirma que por la pandemia se ha cortado casi toda la dinámica de trabajo que tenían los artistas en festivales y otros espacios. Solo en un año, Eduardo participaba en seis ferias donde vendía sus ilustraciones, producciones y libros gráficos. Las pocas que no se han cancelado este año pasarán a ser virtuales y eso ha complicado el ingreso para muchos artistas.

Declaratoria al sector Cultura

La semana pasada, InterRedes, un espacio que articula a más de 200 organizaciones de trabajadores independientes de las culturas y las artes peruanas, lanzó un pronunciamiento en el que exige una reformulación de las acciones del Ministerio de Cultura frente a la emergencia sanitaria. Como se recuerda, el último 20 de mayo el Ejecutivo publicó un decreto de urgencia (N° 058-2020), en el que autorizó la transferencia de 50 millones de soles a esta cartera para financiar subsidios al arte y la cultura. Un mes después, el Ministerio de Cultura aprobó los lineamientos de esta norma. Y recién hace dos semanas, se iniciaron las inscripciones para acceder a este apoyo.

InterRedes también ha puesto sobre la mesa la necesidad de una Declaratoria de Emergencia Cultural, y de entender a las artes y las culturas como sectores imprescindibles en la reactivación económica. La interrupción de los procesos de formación, investigación, producción y promoción artística y cultural ha registrado pérdidas valoradas en más de 160 millones de soles, se lee en el pronunciamiento.

La cultura nos sana

“Una de las características de la cultura y el arte es que tienen una capacidad sumamente importante y fuerte para poder adaptarse a los cambios y a los momentos de crisis”, señala Micaela Távara, artista independiente y fundadora de la asociación cultural Trenzar. Acostumbrada a participar en obras de teatro y festivales, muchos al aire libre, no poder seguir trabajando como lo ha venido haciendo ha sido un golpe duro.

Y en una situación crítica como la que estamos viviendo, el trabajo de los artistas y gestores culturales es más necesario que nunca. “El arte se vuelve una herramienta importante desde el ámbito pedagógico y de la expresión artística, para acompañar los procesos de salud mental de los peruanos y las peruanas”, comenta Micaela. Sobre todo nos ayudarían a comprender y asimilar el gran duelo colectivo por el que pasamos.

“El trabajo del arte es importante, porque en medio del estrés que se vive, puede ser un escape, ayudar, es curativo”, nos dice Eduardo. Por eso, sostiene, es fundamental que se visibilice la voz de los artistas independientes. “Siempre parece quedarnos al margen”, afirma con fastidio.

Es en ese contexto que las iniciativas del Estado siguen siendo insuficientes. Para Távara, no se trata solo de políticas públicas culturales, sino también de entender al artista o al gestor cultural como un trabajador más, tan o cuan importante como un profesor o un doctor, quienes paradójicamente tampoco son bien remunerados si deciden dedicar su labor a una entidad pública.

En esa línea, Yaguas afirma que el Ministerio de Cultura tiene un rol en el apoyo al artista independiente. “Desde que se crearon los Estímulos, se abrió una oportunidad para los artistas. Creo que el problema de este ministerio es que es nuevo, y se requiere hacer un censo de artistas o de las actividades culturales que se realizan”, comenta. El ilustrador considera que a partir de información estadística, el Estado podría invertir como se hace en otros países. “Hay mucho trabajo por hacer, justamente por la complejidad del país y sus expresiones artísticas”, asevera.

Pero esto y la necesidad de apoyo de parte del Estado frente a las artes y las culturas viene desde mucho antes. Esa es una de las razones por las que muchos trabajadores de este sector han permanecido independientes y autogestionarios. Y no solo se trata de ellos, hay todo un equipo detrás. Por ejemplo, cuenta Micaela, el personal de limpieza, vestuario o transporte que dependían del trabajo artístico para solventar a sus familias, también se ha visto sumamente afectado. “Esta precarización no puede continuar, y menos en un estado pandémico”, afirma.

De acuerdo con la artista, la atención del Estado y la ciudadanía en general hacia los casos de salud y de desempleo durante la emergencia sanitaria, debe estar acompañada del entendimiento de cómo también nos afecta en los sentires, sentidos comunes y el convivir en comunidad. “Porque podremos tener la cura para la pandemia, pero ya nos ha dejado el virus del egoísmo y de la individualidad, y hoy estamos viviendo prácticamente una dinámica de sálvese quien pueda”, apunta.

Y si bien esta crisis ha puesto en jaque a varios creadores, también los ha empujado a buscar nuevos métodos desde su espacio de creación. “Para los artistas se abre una oportunidad en la virtualidad para sus obras; este periodo va suponer muchos cambios”, comenta Eduardo. “Se está repotenciando lo virtual, la venta por delivery ha ido en aumento. Tal vez cuando se retorne a la normalidad, se van a mantener esas formas de comercio de productos artísticos”, agrega.

Trabajadores del arte y la cultura como Micaela Távara y Eduardo Yaguas son parte de ese sector independiente que siempre ha resistido a los embates, se mantienen en pie frente a la adversidad y son críticos. Los artistas están luchando por continuar creando. La ciudadanía tiene que apostar por ellos, comprándoles, pagando sus talleres, compartiendo sus anuncios. Así puede el arte resistir en pandemia y los artistas peruanos seguir destacando.

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